Language is a social determinant of health, no less so in the case of Latinx persons, who make up the second largest ethnic group in the United States. In US health care, language and linguistic difference are often conceived in discrete, instrumental, and monolithic terms. This article characterizes this conception of language as administrative logic, which is in sharp contrast to language conceived as a richly complex, heterogeneous, communally lived human experience. This article emphasizes the importance of system-level language awareness and epistemic humility for promoting equity, as well as the need to avoid too-narrow focus on linguistic assessment.
El idioma es un determinante social de la salud, tema no menor en el caso de las personas latinx, que constituyen el segundo grupo étnico más grande en los Estados Unidos. En la atención médica de los EE. UU., las diferencias idiomáticas y lingüísticas normalmente se conciben en términos separados, instrumentales y monolíticos. Este artículo caracteriza esta concepción del idioma como lógica administrativa, que contrasta significativamente con la del idioma concebido como un aspecto marcadamente complejo, heterogéneo y comunal de las vivencias humanas. Este artículo enfatiza la importancia de una conciencia idiomática y humildad epistémica a nivel sistémico para promover la equidad, así como la necesidad de evitar un foco demasiado estrecho en la evaluación lingüística.
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